Les mediacions
Josep Otón : La Mística de la palabra
Podemos acoger las mediaciones como un ídolo, creyendo que son una
presencia definitiva, cuando en realidad son un icono que hace presente
(representa) al gran ausente.
Conocemos a Dios por medio
de personas, lugares, experiencias, sentimientos, conceptos, símbolos, actos de
amor… sin estas mediaciones nos resultaría completamente inaccesible. Son
instrumentos que nos acercan al Misterio. El problema surge cuando confundimos
alguna de estas mediaciones con el propio Dios (…) cometemos una terrible
profanación al divinizar lo profano (…) absolutizamos realidades contingentes,
que en vez de acercarnos a Dios, obstruyen nuestro acceso a Él.
El ser humano
es un gran constructor de ídolos (…) podemos pensar también que la solución
radica en eliminar toda imagen. El ímpetu iconoclasta nos impele a prescindir
de la tradición, de los ritos, de la comunidad o de las instituciones. Ahora
bien, aunque tengamos que depurar la fe de creencias anquilosadas, esta actitud
iconoclasta nos puede abocar a la mayor de las arideces (…) en un arrebato de
purismo hemos repudiado cuanto mostraba alguna imperfección, y al final nos
hemos quedado sin nada, ni tan siquiera la fe. Sin leña no hay fuego. Sin
mediaciones no hay conocimiento de Dios.
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